domingo, agosto 08, 2010

Yo Sonrío y Qué?

Hay gente en esta vida que ha dejado de impresionarse con los detalles que nos ofrece el mundo. Yo no me considero de ese tipo de persona. Me gusta, siempre me ha gustado, más allá de risas, de burlas, de miradas extrañas, de gestos de inferioridad o de extrema locura que hagan los de tipo"normal".
Yo me río al ver las palomas caminar, su torpeza me da ternura y la forma en que bajan una escalera, es una dulzura de ver para cualquier vista sobrenatural.
Yo me río cuando veo un gato en el centro de la ciudad, me parece extraño ver naturaleza viva ante tanta cosa muerta.
Yo me río si veo un gato con ropa, sí señores, me gustan los gatos, y no existe animal que yo le adjetive un calificativo negativo. Me gustan los miau, los guau, los oink, los pio pio... me gusta la ternura y la pureza que sólo ellos me logran dar, porque muchas veces una mirada de mi Mafalda significa mucho más que millones de palabras vanas, vacías y repetidas.
Yo disfruto caminar sola con mi mp4 de compañía... la banda sonora de mi vida

Yo me sorprendo con un árbol en medio de mi camino a casa.
Yo me sorprendo con como la vida brota de un segundo a otro.
Yo me sorprendo con la importancia de la presencia de ciertas personas en mi vida.
Yo me sorprendo de mi misma cuando sé cosas que por el sólo hecho de saber y ni sé de donde las sé.

Yo sonrío cuando saludo a los perros callejeros.
Yo sonrío con la alegría de la gente que quiero.
Yo sonrío cada vez que veo a mi gata, a mi Sofí, o a Dubai correr a lo lejos...
Yo me sorprendo de lo perfecto que puede llegar a ser todo si uno quiere verlo así.

Me gusta sentirme diferente, me gusta saber que soy capaz de ver más allá de que una hoja que cae, cae porque y se acabó, porque para mí, esa hoja en algún momento brotó, fue pequeña, creció, fue verde, y luego café...para, más tarde, dejarse llevar por la brisa y ser parte de mi paisaje y así hacerme sonreir nuevamente cuando escucho "crash" al pisarlas brincando en su búsqueda infinita cuando el otoño me acompaña...
Me gusta el otoño, el invierno, la primavera, detesto el verano. El otoño y sus hojas, su color café enbriagador. El invierno perezoso, con la nariz congelada y las manos frías, me gusta el calor del hogar, lo calentito de mi cama, el color de mi pieza por las tardes. La primavera colorinche, jajaja, sí, esta mujer si que me hace reír, su brisa cálida ni fría, su roce liviando de calor, sus colores iniguables a lo falso.
Me gustan los libros, me hacen hundirme en una historia que va más allá de lo real, lo más lejano a lo que vivo, lo más viva que me puedo llegar a sentir, eso, me lo entregan las letras... la cantidad de hojas, de letras, de tinta impresa, la manuscrita de los papiros, el olor a antiguedad, las imagenes que me hacen ver, aquello gratuito que me hacen sentir... ¡Ay Dios!, sí que me gustan los libros.

Son tantas cosas las que me hacen sonreír, yo sólo intento maravillar al mundo que me rodea, a ser capaz de ver más allá de lo normal, a sacarle el orden a las cosas, a dejar de ver todo blanco o negro, existe un gris, existe un rosa, existe un sin fin de colores extravagantes entregados por lo más hermoso que tenemos alrededor y al mismo tiempo, lo más olvidado; ¡la vida misma!





... ¿Yo sonrío y qué?