miércoles, noviembre 18, 2009

A ti.-

*

Esto va para ti, para el hombre que me acompañó durante los últimos 5 meses de mi vida, para aquél que nunca logré comprender, para aquel que luchó junto conmigo por formar algo que no logramos concretar, a ti Andrés, tengo que comunicarte algo: fallamos.

No importan ya las causas, el asunto es que no logramos ser uno por más que nuestros cuerpos lo intentaron. Y lo lamento.

Tengo millones palabras que decir, más de la mitad de ellas no quieren salir, y quizás no salgan jamás, y se sequen aquí en mi corazón, en el fondo de mí, en un rincón de seguro, que tiene tu nombre dentro de mí. Sé que quizás pienses que esto no es cierto, pero te equivocas, es cierto, tienes un rincón en mi interior... malherido, medio agrietado, descolorido, pero capaz de volver a pintarse de ti, con el tiempo quizás, logré componer esta pieza con tu nombre, con el tiempo tal vez, llegue a tener una foto de tu sonrisa sobre el velador de este rincón. ¿Te dije que tiene muebles?, pues los tiene, una ventana rota, unas cortinas blancas, un velador vacío y una cama, una gran cama en su centro. No tiene mayores adornos, por que todos los tengo yo en mi pieza, aún intacta de ti, aún con tu aroma y aún con tus recuerdos sobre mí... que tardía soy para darme cuenta que no volverás aquí.

Prometí no escribir nada de aquello que me arrepienta luego, pero también prometí no volverte a dedicar ni una letra más en mi vida, ni un segundo, ni una lágrima, ni una risa, ni una mirada y ni un gesto de reconocimiento. Bueno, ya vez, soy tan débil para prometer como débiles fuimos nosotros.

Verte es tormentoso, como caer en algo que no para de girar y que solo se detiene cuando ya no te siento respirar el mismo aire que yo. No sé si soy capaz de esto, no sé si soy capaz de volver a soñar con alguien más, creo que me he cansado de ilusionar y ser ilusionada, ¿vez cómo tenía razón yo aquél día en que mis lágrimas fueron causa de tu sorpresa?, ya vez, ese momento era para huir.

No creo que se haya extinguido, de hecho, sigue vivo, aquí adentro, recuerdas "cómo que quema", sí , quema y quizás más que el mismo fuego real. Debo cargar con aquello, y no por que así lo quiera, no por que así esté destinado, si no que por que somos débiles, somos más débiles que nosotros mismos luchando por nuestro amor.-

¿Quedará algo más qué decir? Millones de cosas! tantas miles de estupideces que no han salido de esta boca, que no han sido escritas por estos dedos, pero respondeme ¿Qué le dirías a una persona que sabes no te responderá?

Para siempre en mi mente y corazón tu sonrisa,

Margot.