Yo deseaba morir... yo anhelaba que mis ojos no se abrieran nunca más... no tienen idea de como luchaba con el hecho de tener que respirar una y otra vez para darle aire a mis pulmones y cuantas veces no dejaba de respirar solo para sentir como mi corazón se aceleraba y con la esperanza que se detuviera en cualquier momento, claro que ese momento nunca llegó. Quizás suceda ahora, en estos segundos que ocupo para escribir lo que se me vino a la cabeza mientras veía una película, como siempre, en mi cama. Sería ironíco, cuando no deseas morír, te mueres. Bueno, la vida es pura ironía.
¿Cuánto demoras en darte cuenta que tu respiración, que tu parpadeo y tus latidos, podrían ser los últimos de tu vida?, creo que solo las personas que tienen el mismo problema que yo, son conscientes, que un día más por vivir, es un día más hacia la muerte, un día más que te conduce directamente hacia donde no quieres ir...este segundo puede ser el último y yo quiero vivirlo hasta que ya no exista mi percepción del tiempo.
La locura me conduce a la cordura más alcanzable que puedo llegar a experimentar en mi vida.
Todo se transforma y hasta el tiempo se detiene cuando ya no existes, todo importa menos que cuando vives.... solo debes apretar stop en tu vida, o esperar a que el destino escrito se concrete ante tus ojos y te transformes en una esencia de lo que alguna vez fuiste y no serás nunca más. Un recuerdo imposible de probar que fue cierto, hasta la existencia se vuelve duda, cuando ya no existes más.
Margot*!