
El deseo muchas veces limita tu accionar. ¿Cuantas veces te has arrepentido de no haber dicho alguna palabra en su justo momento?, ¿A quien no le gustaría retroceder el tiempo para poner todo en orden?. Pero no, no me refiero a querer transformar el presente, sino que más bien a revivir el pasado... atreverte a decir lo que sientes sin tapujos y sin miedo a hacer el rídiculo, porque a las finales sentir lo que sientes no te hace menos hombre o menos mujer, se trata sencillamente a atreverse a vivir el momento, cada segundo de un minuto, cada minuto de una hora, cada hora de un día, cada día de un mes... Hakuna matata, Carpe Diem. Vivir el momento. Abrazar si sientes el impulso, llorar si ya no puedes más, gritar si lo crees justo, reír sin provocaciones, decir te quiero.... con derecho a sonrojarte, a desviar la mirada y esperar un yo también... tenemos derecho a soñar, a creer en hadas, principes, castillos encantados y ser la princesa de nuestra fantasía. No quiero que la realidad me corrompa el anhelo de mi mundo de fantasía. Aveces me supera, pero siempre vuelvo, y es que aca adentro me siento a salvo.